Al interior de Moscú

Creí que sería fácil escribir sobre Moscú porque dentro de mí sucedieron miles de cosas durante esos días. Creí que con tanto material, escribir sobre ello sería cosa de simplemente comenzar a escribir, hasta pensé que escribir un libro no sería una idea loca. Pero acá estoy varios días después descubriendo lo difícil que es escribir sobre aquello que sucede dentro de ti.



Es como cuando escribía más sobre lo que veía que lo que sentía. Una arquitectura magnifica, colores centelleantes que dan a Moscú la luz que el sol les niega casi siempre. Cabelleras rubias que bailan sin congelarse al ritmo de un viento helado. Miles de puestos de mermelada en la plaza roja adornado con falsas flores para ayudar a los rusos y a los turistas a sentir la ausente calidez del verano. La catedral de San Basilio se asoma detrás de un portal de la plaza roja, parece que te llama juguetona a que admires sus colores y cuando estas frente a ella sonríes porque parece alegre. Las murallas del Kremlin majestuosas y altivas son tan majestuosas en sí mismas que por poco te hacen olvidar que ellas no son el Kremlin que el Kremlin es lo que contienen. El centro comercial GUM es precioso, un tanto francés.



Aún con tanta belleza nos fue difícil al inicio entender a Moscú. Al día siguiente de llegar, queríamos desayunar y caminando con unos escalofriantes 7 grados centígrados, no logramos encontrar nada. Tanto edificio, un centro tan turístico y ni un anuncio invitando a un desayuno, o si lo había estaba en ruso. Casi nadie hablaba inglés, menos español. Los ánimos empezaban a dejarse llevar por el hambre y las frentes se comenzaron a arrugar. Hasta que una voz decidida propuso regresar al hotel a desayunar, idea extraordinaria. Nos dimos uno de los mejores desayunos de nuestras vidas, con vista a la plaza roja. Esas decisiones obvias que aveces nos cuestan tomar.



Ese día el plan era caminar por los sitios emblemáticos y hacer un buen recorrido pero el frío desmotivaba. Recordamos haber leído sobre las bonitas estaciones de metro de Moscú y cambiamos los planes, recorreríamos las estaciones, aun cuando el plan parecía un poco absurdo. Solo piénsenlo, sus días contados en Moscú y "desperdiciar" uno caminando por debajo de tanta maravilla histórica.



Acá es donde empieza mi viajé, uno a mi interior, mientras las profundidades de Moscú me hablaban. Teníamos una lista de las paradas más bonitas y recomendadas, la idea era tomar las líneas necesarias y bajarnos en cada parada acordada. La primera fue "La plaza de la revolución".  Pero primero les cuento lo que para mí ha sido moverme en metro. El metro tiene una dosis de estrés, el corre corre de la gente al trabajo, la confusión de las estaciones y las líneas, algo así como el hermano mayor del trasmilenio, tiene sus mismos defectos y virtudes pero parece más serio. A mí siempre me ha encantado la idea de ir a alta velocidad bajo la tierra y salir a lugares inesperados. Para mí el metro es el portal a lugares preciosos en mis viajes. Pero solo eso el portal. Ademas de ser uno de los lugares donde mas me gusta orbservar el comportamiento humano, algo asi como una vitrina de humanos mientras llego a mi destino. 



Pues la plaza de la revolución era más que solo una parada del metro. Estatuas de hombres y mujeres armados, con miradas desconcertantes, con sus perros leales y caras decididas a enfrentar a la muerte y el dolor. Una vitrina humana, que mostraba más humanidad que las caras que acababa de ver sentada en el metro clavadas en sus celulares. Por todos lados personas de piedra, ignoradas por la muchedumbre agitada del metro. Quise seguir sus rostros y formaban una línea de tiempo, primero los adultos armados y al final niños y niñas con el mundo en su regazo observando con avidez algún punto en el.  Por supuesto ningún ruso se detenía a observar, al fin y al cabo lo que hace parte de nuestros días, deja de ser especial. Pero eso si, más de uno al pasar frotaba su mano contra una gallina de piedra o contra el hocico de un perro y esas partes que tocaban con tanta avidez tenían otro color, eran doradas, el oscuro mármol era dorado ahí donde ellos tocaban, con fe, con esperanza, buscando la suerte.



A esa parada le siguieron muchas otras, cada una especial. Comencé a bajarme del metro y caminar mirando hacia arriba, las imágenes en el techo eran preciosas. Comencé a mirar para todos lados sabiendo que encontraría una obra de arte ahí, debajo de Moscú. Subí y baje del metro por primera vez sin esperar llegar a un lugar y salir a la superficie, solo dejándome sorprender por aquellas paradas que no estaban anotadas en mi libretita roja pero que resultaban ser preciosas. Y pensé, ¿será mi interior como el de Moscú, hermoso?  ¿Estaré atenta a esas paradas inesperadas que también contienen algo que enseñarme? 



Moscú es fría y hermosa es su superficie. Pero que sería de Moscú sin las paredes interiores de la catedral de San Basilio, llenas de reliquias, o sin la tumba de San Basilio en sus simientos. Que seria del Kremlin sin la catedral de la Asunción, de la dormición o sin los jardines secretos de Alexander.  Que seria de los turistas en Moscú sin la plazoleta de comidas, que encontramos después, en el centro comercial subterráneo del metro. No quiero ser solo estructura, no quiero ser fría o no tener en mi algo acogedor. No quiero quedarme sin maravillas en mi interior o subirme al metro de la vida y bajarme sin admirar las paradas.



Nota para el lector: Habrán notado la ausencia de imágenes en este post. Leí esto en "El regreso del joven príncipe" y ahora sirve como justificación  "Siento no poder satisfacer tu curiosidad si estabas esperando una fotografía, hace muchos años que no llevo cámara fotografica o de video en mis viajes, especialmente desde que note que mis amigos se concentraban tanto en las imágenes, que dejaban de prestar atención a mis relatos".  Creo que el relato merece toda su atención. Además son demasiadas fotos. Los que deseen verlas las encontraran en https://www.facebook.com/coleccionandoviajes. 



Comentarios

  1. Moscu Maravilloso, arriba, abajo, adentro, afuera, frio, caliente, de dia o de noche........Como la vida misma. Gracias

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