Jerusalén y Belén, cuanto pesa su historia en mi colección
Belén y Jerusalén entran a mi colección, haciendo que se revuelvan otros recuerdos y sentimientos, pero lo más importante inyectando ganas a mis metas. Nunca he sido muy religiosa, desde mis primeras clases de filosofía en el colegio empecé a dudar de todo lo que me rodea, lo que veo y lo que no, todo se volvió subjetivo, inestable, relativo. Espejismos, cortinas, ideas vagas, todo mi mundo me pareció un escenario dispuesto para el show de una vida con poco sentido. Con dolor a mis 16 años desee no pensar tanto, no dudar tanto, vivir en una anestésica y resignada ignorancia pero jamás lo logré. Como la mayoría de adolescentes, me dediqué a adolecer. Me dedique a odiar este mundo por estar tan lleno de odio, posición bastante absurda ahora que lo pienso. Con el paso del tiempo, de personas, y de situaciones, empecé a ver tanta miseria desde perspectivas que cargaron mi vida de sentido, como la felicidad de poder ayudar. Ahora que lo pienso, para alguien con tant