Cuando el sábado es domingo y el domingo lunes

Lo logre, por fin duermo cuando es de noche y me despierto al salir el sol, no me enloquecí. Lo que pasa es que entre Colombia y Tel-Aviv hay siete horas de diferencia horaria. Si me levanto a las nueve de la mañana,  ustedes irán por su tercer sueño o estarán en plena rumba. Cuando estoy almorzando, los mas madrugadores en Colombia estarán despertando, cuando me acuesto a dormir algunos estarán almorzando. Una locura, al principio la guerra contra el sueño casi acaba con nosotros.

Hoy con los horarios regulados, teníamos toda la energía para nuestro primer Shabbat. El Shabbat es un día santo para los judíos, y se celebra todos los sábados por que corresponde al séptimo día de la semana judía, que empieza el domingo, y el séptimo día de la creación fue el día en que Dios descanso,  de ahí el significado de la palabra, por eso los judíos dedican el día solamente a descansar. 

Nosotros solo sabíamos, que hoy los judíos no podían hacer nada, así que supusimos que conseguiríamos bicicletas del servicio municipal, muy fácilmente. Este servicio, esta dispuesto por toda la ciudad, es barato y si usas la bici menos de 30 minutos, es gratis.

Como no somos una familia pequeña fuimos de estación en estación tomando las bicis que quedaban. Misteriosamente, siendo sábado , no habían casi bicicletas en las estaciones. Uno de mis hermanos me llevo un par de cuadras en la sillita de atrás de la bici, hasta que encontramos una para mi, imaginaran la pintoresca escena. 

La ciudad esta pensada para las bicicletas, no debes estresarte por tener que transitar cerca de los carros, o por cruzar las carreteras.  A medida que nos acercábamos al Puerto el numero de familias aumentaba. Al llegar por poco no podemos avanzar por el gentío. Por eso aprendimos que, el que sea sábado no hace que los judíos se encierren, hace que todos salgan en un lindo día familiar a no hacer nada, un día perfecto.

Estar en una ciudad que se concentra en descansar, carga el ambiente de una energía tranquilizadora y familiar, ir en bici, con el sonido de las olas del mar de fondo, el aire puro y frio que compensa el calor del sol, y las caras tranquilas de todos, me dejaron encantada.  

Crecí montada en una bici, en el calor y cerca al rio, fue imposible no sentirme como en casa.  Cuando comenzó a oscurecer decidimos regresar, no sobra aclarar que eso sucede a las cuatro y media de la tarde. La devolución de las bicicletas fue fácil excepto por una, tuvimos que llamar a servicio al cliente, pero nadie contesto. Me preocupe un poco por que el reloj seguía corriendo y el precio subiendo. Hace un rato contestaron, ya logramos arreglar el problema, y leyendo sobre el Shabbat, para contarles mejor, entendí por que no contestaron antes, el sol no se había ido del todo, y el día judío no empieza de acuerdo al reloj, si no que lo marca la salida del sol y la llegada de la noche.

Llega el Domingo, comienza una nueva semana y será un día aun mas raro. Iré a un colegio que da sus clases en francés, a estudiantes que hablan hebreo como lengua materna, pero que en su tiempo libre conversan en ingles. Un colegio lleno de multilingües, todo un espectáculo para una estudiante de lenguas modernas como yo.  Hace maso menos cuatro años no me acostaba sabiendo que mañana será mi primer día de clase, aunque no me hago muchas ilusiones, puede que no me dejen asistir como audiencia por mi edad, crucen los dedos para que me acepten. Estaría mucho mas inmersa en la cultura de los Israelíes, habría mucho mas que contar.

En realidad muy pocas veces me hace falta tener algo que contar, por eso en este post quiero decirles que por favor se sientan libres de dejarme en los comentarios que les gustaría saber de Israel, que les causa curiosidad, o lo que se les ocurra. No soy una experta, pero con gusto me pondría en la tarea de indagar sobre el tema. Estaré atenta a sus comentarios, y pronto les contare mas.