La distancia no es el problema.

La mejor forma de arreglar los problemas es haciéndoles frente. Como cuando el malestar es tan insoportable que vomitar comienza a parecer una buena opción. Bueno pues acá estoy tratando de que salga lo que me esta enfermando. 

Hace casi un año escribí acerca de amar en libertad y de los retos que enfrentábamos en un mundo globalizado y de que cortarle las alas a quien amamos para que se quede con nosotros esta lejos de significar amor verdadero. (http://coleccionando-viajes.blogspot.com.co/2016/04/te-quiero-libre-y-me-quiero-libre.html) Vale la pena decir que lo escribí con él a mi lado. 

Hoy casi un año después estoy lejos de la persona que amo, y aunque sigo pensando que quien realmente ama no solo deja ir al otro tras sus sueños si no que le da la patadita de la suerte, aprovecho la fluidez de letras que me suele regalar la tristeza para escribir con más propiedad de eso que proclamé como si se tratara de soplar y hacer botellas pues como en otras ocasiones la practica resulto mucho más compleja que la teoría y lo que escribí parece salido de alguien a quien quisiera parecerme. 

No culpo a la distancia, no lo culpo a él, no me culpo a mi. Sé que si duele es por que me importa, sé que si me hace falta es porque en algún momento su compañía significo algo importante en mi vida, sé que si estoy viviendo esto es porque debo crecer con ello. He aprendido a disfrutar de mi tiempo sola, a dedicarme tiempo, a no tenerle miedo al silencio y a abrazar la soledad.

Pero también he aprendido otro par de cosas que pesan un poco más. He descubierto  que no existe un solo tipo de distancia, que hay distancias más abismales que las de miles de kilómetros geográficos, que los sueños y los planes son la gasolina de los enamorados, en especial de los que no pueden estar juntos,  pero que no son suficiente,  que esperar es romántico pero que la vida no espera, ni siquiera a quien espera por amor, que el problema no es la distancia son las múltiples perspectivas que la distancia nos ofrece, visiones de la relación que solo salen a la luz en las horas que pasas esperando un mensaje que no llega, son los largos monólogos que entablas con lo más pesimista de tu ser, es el momento en el que entiendes que durante toda tu vida tu misma siempre seras la única persona que sin falta estará ahí para alentarte o desmotivarte, depende de lo que decidas pensar. 

La distancia no es el problema es no poder compartir con detalle lo que haces porque el otro no va a entender de lo que estas hablando, los kilómetros no son la excusa es la ineludible verdad de que ya no comparten la misma realidad. La distancia no es el problema es ver desde primera fila la manera en que poco a poco la añoranza y la nostalgia se deshacen entre las risas y distracciones de mi nueva vida sin ella, sin él. 

La distancia no es el problema el problema es haber encontrado a tu mano derecha, a tu compañero de batalla, a tu cómplice y secuaz y tener que recordar como navegar sola. El problema no es la distancia son los miedos que desata el tiempo a solas para pensar. El problema no es la distancia, el problema es haberme enamorado del que estaba acá y ahora tener que enamorarme del que esta allá. 

"Ningún hombre puede cruzar el mismo río dos veces, porque ni el hombre ni el agua serán los mismos."  Heráclito 

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