Lo que no me apasiona, me aburre.

Decidir ser un adulto es ponerte sobre los hombros una carga pesada de expectativas y responsabilidades que te empieza a joder la espalda. 

Vivo la primera parte de mis veintes pero ya me puse al hombro mas carga de la que recomendaría el doctor. Yo misma fui recogiendo de aquí y de allá  responsabilidades mías y de otros, expectativas mías y de otros que con su peso me han transformado en alguien que aun con tiempo, siente que no tiene, que aun después de dormir tiene sueño, que aun con todo en la vida, encuentra maneras de sentir que las cosas no van bien. 

Huí asustada fuera de la ciudad, lejos del escenario, huí de mi rol de la estudiante con su tesis a medio camino, huí de mi papel de la novia y sus problemas de pareja, corrí despavorida de ser la inquilina que cuenta las monedas para pagar el arriendo de un lugar con mas problemas que espacio. Necesitaba recordar todo lo que si quiero ser, y el papel que realmente quiero en esta obra que es el estar vivo, no puedo brillar si la historia no me apasiona y me niego a vivir así, opaca, silenciada, desgastada... sin pasión. 

Un amigo me dijo el otro día junto a un par de cervezas de esas que le dan valor al que dice las verdades y le quita orgullo al que las recibe, "es que eres muy apasionada, relájate, mira las cosas con cabeza fría, a ver que pasa"  en ese momento pensé, tiene razón, tengo que hacer que las cosas no me importen tanto. Pero ahora, lejos de todo y de todos, no me parece que la pasión tenga la culpa. No creo que hacer que no importe sea la solución, Probablemente sea lo mas fácil, resignarse, esperar, aceptar, ignorar. Pero yo no funciono así. Para bien o para mal. 

No puedo sacar la pasión de mi vida, es lo que me hace seguir, si vivo por vivir, sin un propósito sin una misión, sin la sangre caliente incitándome a vivir más, sentir más, reír más, no quiero estar acá. Si madurar va con el tener que resignarse, si ser adulto va con desapasionarse y vivir con lo que hay, con lo que toca, con lo que se espera. Pues seré una feliz condenada en nunca jamas.  

Y no me malinterpreten, el problema no es tener que hacer la tesis, el problema no es tener que ser la novia, el problema no es pagar el arriendo, ni que existan problemas, el problema es vivir todo eso sin pasión, sin fuerza, sin ganas, sin visión, sin hacer de un detalle un acontecimiento, de la vida un cuento de hadas, de los problemas una buena historia con una gran lección y de la crisis una oportunidad para ser creativos. 

Huí, corrí a a visitar a mis papás, a re conectarme con el papel, que más feliz me ha hecho, hasta ahora, el de hija, el de niña. Un par de días fueron suficientes para hacer regresar a la mujer fuerte y apasionada que de verdad soy, entre más creces y más retos debes enfrentar más debes re-conectarte con tu niño interior, con tu lado valiente, curioso, apasionado, que quiere jugar un rato más, que quiere amar cada vez más y sin miedo, que quiere probarse a si mismo que puede hacer lo que sea, que sueña en grande, que siente en grande. Pero sobre todo, ese niño que lleva en el bolsillo, al lado del corazón, a los que le dieron todo para enfrentar el camino que decida seguir.  

Crecer no puede ir de la mano, con la resignación, con el olvido de quienes somos, todo lo contrario. Confundidos, creemos que ser un adulto se trata de los años que tenemos, de adquirir deudas, asumir responsabilidades y esperar a que te llegue la hora. Pero ser un adulto es tener, más que nunca en tus manos, tu vida, tu historia, y para crear una que este llena de enseñanzas, de felicidad, de aventuras, ademas de ser un adulto debes ser un apasionado, y eso lo sabías ser perfectamente cuando eras un niño, por eso crecer no debería alejarnos de nuestra niñez, de nuestra infancia, si no hacerla nuestra aliada, cuidándonos de estar rodeados de otros que también sean así. 

La pasión tiene sus pormenores, el mayor de todos es que se acaba, o mejor dicho, se desgasta fácilmente, el lado bueno es que siempre hay formas de encenderla dentro de ti. Debes encontrar la manera de no perderte en el ruido del mundo, de re-conectarte con aquello que te hace sentir bien, emocionada, entusiasmada, piérdete para encontrarte. Y fíjate bien en el papel que estas representando, porque es lo que haces todos los días, es quien eres y lo que te llevara a quien llegaras a ser. Y ojo, hay personas que contagian y potencian la pasión, otras que parecen agujeros negros,  cuídate de estar cerca de uno. 

¿Eres un adulto más, un desdichado más, frustrado, arrastrado por la corriente de los miedos y las expectativas de los demás?, o ¨¿eres el dueño de vida, el creador de tu destino, la fuente de pasión que necesitas para vivir la vida que algún día te atreviste a soñar?  Pon todas tus expectativas en ti, no te desgastes cambiando a otros, o esperando que sean otro quienes te cambien. Juntos pero no revueltos. Amándonos pero no dependiendo. 

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