Ayúdame a entender lo breve de tu historia

¿Y ahora qué?

1
Como te dejo ir si ni mi cuerpo a entendido que ya no vas a crecer mas y te retiene en mis entrañas como    queriendo hacer latir tu corazón de nuevo.
Como le explico a mi cabeza, que le diga diga al corazón, que mi utero tiene que dejarte ir, si esperábamos llevarte con nosotros muchos meses mas y protegerte toda la vida.
Dónde escondo mis senos hinchados, mis pezones adoloridos, ya tan listos como yo para hacerte crecer sano y fuerte.
Como des-leo los libros de maternidad que devore con loca ilusión cuando supe que te esperaba. En que cajón guardamos con tu papá tantos planes y sueños a tu lado.
Como le hago para que no sufra tu papá, tus abuelos, tus tíos, yo quería que fueras la alegría más grande, y ahora todos llevamos una herida profunda en el corazón. 
Hijo, ayúdame a entender lo breve de tu historia. y lo profundo que ha marcado la mía. 
No me dejes sola, ya me había acostumbrado a tu compañía.


2
A quien quiero engañar, tu y yo sabemos, que ibas a ser un niño, sé que tengo que llamarte por el nombre que ya habíamos elegido, pero bebé, llamarte por tu nombre, solo te hace más real, y como es posible que algo tan real no lo haya podido ni abrazar. 


3
Gabriel, mi amor, ya no te llevo dentro, como una ilusión llegaste y partiste. Me esfuerzo por encontrar la lección de esta prueba, por entender la moraleja, pero no puedo evitar sentirme castigada, castigada injustamente. Estoy peleada con la vida, con la muerte, con Dios. Tantos niños no deseados, tantos hijos maltratados, y yo con todo este amor para ti, con todo este deseo por verte crecer, por amarte y cuidarte. 


4
Han pasado los días, Gabo mío, tus abuelos vinieron con tu tía, y cuidaron de mi, estuve muy distraída, a veces y sin decirle a nadie imaginaba que aun estabas ahí conmigo, y podías escuchar el eco de sus voces riendo y hablando de ti. 

5
Ya se fueron, y me golpea la realidad. Ya no están mis papás para consentirme y distraerme, ya se fue mi hermana, mi gran pequeña amiga, el vació inmenso de la muerte de mi bebé lo ocupa todo, me ocupa a mí. Vacía el alma, vacía la sonrisa, vacío mi cuerpo. Ya no puedo negar que no estas y mucho menos imaginar que sigues aquí. Extraño la ilusión, extraño la alegría. 

Estoy rota y gris. Te extraño. 
 



Comentarios

Entradas más populares de este blog

Jerusalén y Belén, cuanto pesa su historia en mi colección

Ma Chérie Paris

"Lo siento, perdón, gracias, te amo"